Podrías estar en peligro junto con tus datos.
Esta página de Internet que ofrece, de manera gratuita, la reproducción de películas, es una de las más visitadas en el mundo; no en vano, en 2022 logró, en un solo mes, la histórica cifra de 130 millones de visitas, lo que la hace un aliado estratégico para los anunciantes, principal fuente de ingreso de este portal.
Ahora, este también puede ser uno de sus talones de Aquiles, pues a través de la publicidad se puede comprometer la seguridad de los usuarios que a diario acuden allí para ver series o películas que se encuentran en otras plataformas de streaming y que requieren una suscripción y un pago mensual.

En este sentido, Cuevana, al basar su modelo de negocio en la venta de espacios publicitarios en su página web, podría ser una de las más atractivas para los delincuentes, pues enlaces externos, engañosos y maliciosos pueden ser utilizados para llevar desde este portal a sitios donde los usuarios no están protegidos.
Según el portal Redes Zone, los ladrones de datos utilizan los reproductores falsos para engañar a los inocentes internautas que van tras su serie o película favorita.
Esta táctica es la culpable de que a muchas personas les secuestren o roben datos como correo electrónico, claves bancarias, accesos a portales de compañías; asimismo, de esta manera también es muy fácil que los ciberdelincuentes encuentren la ruta para llegar hasta los accesos de portales corporativos, pues muchos usuarios utilizan los computadores de dotación para acudir a este tipo de páginas.
HBO Latinoamérica comenzó un proceso penal en contra de la plataforma y contra uno de sus fundadores, Tomás Escobar, por presuntamente violar una ley de ese país sobre propiedad intelectual. Misma ley a la que se acogió la Unión Argentina de Videoeditores en su momento.
Además, en 2014, los usuarios alemanes de Cuevana Storm, la aplicación de la plataforma, fueron demandados por daños y perjuicios con 815 euros de un bufete de abogados.
Sin embargo, la página afirma que los contenidos que ofrecen “han sido extraídos exclusivamente de sitios públicos de Internet” y sus contenidos tienen un disclaimer con el que salvan su responsabilidad.
Fuente | Semana
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